Por: José Pérez, consejero delegado de Recyclia.
Publicada en el sitio web Interempresas.
El año 2023 podría describirse como el “super año” legislativo para el sector del reciclaje electrónico y de pilas y baterías, con el Reglamento comunitario de este último tipo de residuos y el Real Decreto de envases a la cabeza. Todo ello sin perder de vista, en términos de anticipación en la gestión, el reto de los conocidos residuos del futuro -paneles solares y baterías de movilidad eléctrica-, con los fondos Next Generation como pieza clave.
No obstante, quisiera arrancar este repaso a fondo de los retos que 2023 plantea a nuestro sector con la excelente noticia de que nuestro país se convirtió, el pasado 16 de enero, en pionero en la Unión Europea en el control de la entrada de aparatos electrónicos, pilas y acumuladores procedentes de terceros países. En concreto, con la entrada en vigor del Real Decreto 993/2022, que persigue frenar la comercialización en el mercado español de dispositivos tecnológicos que no cumplan con la regulación europea, en relación con la utilización de determinadas sustancias peligrosas y cuya vigilancia estará a cargo de los Servicios de Inspección SOIVRE.
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